Y es que los gustos de la sociedad van evolucionando. Pues hoy en día lo que priva, sobre todo a la juventud, son los videojuegos y la fotografía a través de los móviles.
Una prueba de ello, son las lamentaciones de los pintores diciendo que apenas venden cuadros, los escritores que son muy pocos los libros que se venden, los arquitectos, que las construcciones actuales poco de arte conllevan, los músicos con mayúscula pocas composiciones llevan a cabo por no haber demanda, y si son los bailarines clásicos otro tanto de lo mismo.
¿Dónde está el origen de este cambio? La respuesta es mucho más profunda de lo que podría aventurarme a llegar a conclusiones, pero ¿qué podemos hacer para corregir este desvío?
Como con todo, hay que ir al origen, y este sitio no es otro que la enseñanza desde la juventud. Mas bien diría que desde la niñez.
Así que centrémonos en dos artes, la Pintura y la Literatura. Artes que apoyándose mutuamente, quieren entusiasmar a los jóvenes, y una manera de hacerlo, propongo, es que los docentes, concretamente los docentes de Literatura, fomenten la escritura, o mejor dicho la redacción imaginativa. Eso le hace al alumno sentirse importante y mostrar sus sentimientos. Sentimientos que habrían que ser conducidos por el profesorado hacia las bellas artes.
Que en nuestro caso, sería hacia la Pintura. Para ello, basta con mostrarles un cuadro, o que los alumnos los busquen a través de internet siguiendo la guía de profesor. Y pedirles que hagan un ejercicio de redacción "Imaginando lo representado en el cuadro"
Seguro que despertará el deseo del alumno por conocer algo más de la pintura, y evidentemente, esforzarse por mejorar sus conocimientos de la lengua y la manera de expresarse.
Así pues, valga la frase:
A LA LITERATURA A TRAVÉS DE LA PINTURA
Y para demostrarlo, qué menos que presentar algunas obras de pintores españoles actuales que le dieron, y le dan, importancia a la Literatura llevándola a sus lienzos. Veamos pues:
Meguilá de Esther (Carmen López Rey)
Lectura (Joan Tuset i Suau)
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| Diarios (Manuel Quintana) |
Torre de La Palma (José María Calero)
